domingo, 3 de agosto de 2008

La gran depresión de 1929

Desde la Revolución Industrial del siglo XVIII, el mundo había entrado –a pesar de las crisis recurrentes – en un proceso de expansión continua de la economía. Este proceso se vio interrumpido por la Primera Guerra Mundial.
La guerra había orientado la actividad económica a la industria bélica, a costa del abandono de la producción de bienes de consumo básico. Durante esos años, Europa había perdido dinero en préstamos e inversiones y también compradores de otras regiones, como América Latina, donde se habían creado complejos industriales propios o con inversión norteamericana. Además, para financiar la guerra, sobre todo Francia y Gran Bretaña, habían contraído deudas con los Estados Unidos de América.
Estados unidos de América absorbería la mayor parte del capital mundial. Entre la economía de este país y las débiles economías del resto del mundo se registraría un notable desequilibrio.
En 1929 en Estados Unidos de América se desató una crisis y, en los años treinta, todo el mundo entró en una Gran Depresión. Esta situación fue el resultado de disfunciones acumuladas anteriormente y anunció cambios profundos en las políticas de los estados.

El crac del 29 y su expansión
Una vez superada la transición, hacia 1924, la economía internacional registró cinco años de relativa prosperidad. En Europa, los precios de los productos agrícolas bajaron y los gobiernos adoptaron medidas nacionalistas y proteccionistas, como la restricción de importaciones para acelerar la recuperación y reconversión de su industria bélica en industria productiva. Por otro lado, los gobiernos apoyaron los consorcios, trusts y bancos, el desarrollo de la industria mecánica, eléctrica y química, y la activación de los intercambios mundiales.
Pero la prosperidad de los años veinte en Europa fue un espejismo, pues el desempleo siguió incrementándose. En cambio, en Estados Unidos de América, la producción y el empleo aumentaron constantemente y los salarios y los precios fueron estables. Aunque había pobreza, las empresas crecían y los ricos y acomodados eran cada vez más y con mayor capital.
Después de la guerra, el Imperio británico se derrumbó y Estados Unidos de América surgió como la primera potencia económica mundial. Contaba con las mayores reservas mundiales de oro y la Bolsa de Valores de Nueva York (Wall Street) y el dólar reemplazaron a la Bolsa de Londres y a la libra esterlina. Sus territorios no habían sido tocados por el conflicto. Esto favoreció el desarrollo de su industria y sus finanzas.
Los norteamericanos avivaron su deseo de hacerse ricos y vivieron en la especulación, es decir, en la obtención de ganancias a partir de la variación de los precios del mercado, la posibilidad de realizar sus sueños de conseguir la opulencia: comprar una mansión, un automóvil de lujo, pieles o joyas. Esto desató movimientos vertiginosos de compra a bajos precios y ventas rápidas con cuantiosas ganancias, sobre todo de bienes raíces.
Desde 1928 se registró un alza continua en el precio de las acciones en Wall Street, porque empresas y la gente – incluso los pequeños negociantes- se dieron cuenta de que ahí su dinero se multiplicaba más y más rápido que invirtiéndolo en otra parte. Llegó un momento en que los compradores se agotaron y el auge se detuvo. Los precios de las acciones dejaron de subir y todo el mundo quiso vender para no perder lo obtenido.
En 1929, en Estados Unidos de América, la actividad industrial decreció, la producción del acero disminuyó y también el volumen del transporte por ferrocarril. La industria de la construcción de viviendas entró en la bancarrota. Comparada con el volumen de la oferta, la demanda de productos era cada vez menor y esto se reflejó, finalmente, en el crac de la Bolsa de Valores de Wall Street.
El jueves 25 de octubre de 1929 fue un día de pánico que se conoció como Jueves Negro. Muchas personas habían perdido la confianza en la bolsa y, presas del terror, se apelotonaron en la calle neoyorquina Wall para venderlo todo y retirarse del mercado. Así ocurrió también en bolsas de otras ciudades.
La crisis se agravió día con día y el pánico también. La caída estrepitosa de la bolsa fue arrastrando a toda la economía. Se corrió el rumor de que esta catastro fue había provocado numerosos suicidios. En realidad, el suicidio era un problema social que se había registrado desde los años de prosperidad y no aumentó en 1929. sin embargo, en años subsecuentes sí se elevó el índice de muertes relacionadas con problemas económicos.
Tras el Gran Crac vino la Gran Depresión de la economía capitalista internacional, la cual duró, aproximadamente, 10 años.
Las quiebras bancarias, el descenso de los precios de los productos básicos, la parálisis de la agricultura, la disminución de la producción industrial, el desempleo, la sobreproducción de materias primas y la falta de consumidores se extendieron por Estados Unidos de América y Europa.
El problema financiero se complicó porque se suspendió el pago de las indemnizaciones por la guerra que debía hacer Alemania a los países aliados y tampoco éstos tuvieron capacidad de pagar las deudas que habían contraído con Estados Unidos de América.
En los cuatro años más intensos de la crisis, entre 1929 y 1932, el comercio mundial sufrió un descenso del 60%. El número de desempleados aumentó para llegar a más de 30 millones en Europa y Estados Unidos de América. El hambre y la miseria se extendieron.
Con el fin de aumentar las exportaciones, Gran Bretaña, Canadá, los países escandinavos y Estados Unidos de América devaluaron sus monedas y abandonaron el patrón oro, o sea, el oro como respaldo de las monedas. Posteriormente otros países lo hicieron también.
La crisis creó una situación de incertidumbre en los países industrializados y desconfianza general en el sistema capitalista

El New Deal y el Estado de Bienestar
El economista británico John Maynard Kkeynes vio en el desempleo el mayor problema de la crisis y propuso la adopción de una política de pleno empleo. Con ello –señaló-, se estimularía la demanda de productos y se alejaría el peligro de que el descontento social produjera levantamientos favorables al comunismo. Propuso que los gobiernos aumentaran sus inversiones en obras públicas, con lo cual se emplearía mano de obra y se pondría dinero en circulación para recobrar la producción y el consumo. Su idea fue primero aplicada en Suecia en 1932 y, hacia 1933, en Estados Unidos de América.
Para superar los problemas de la crisis, otros gobiernos también decidieron intervenir en la economía creando puestos de trabajo, otorgándole créditos a las industrias, invirtiendo en empresas o nacionalizándolas, comprando materias primas para mantener su valor y controlando los precios y los salarios.
El plan de intervención más exitoso fue el New Deal (nuevo pacto o nuevo reparto de cartas) adoptado por el presidente demócrata Franklin D: Rooselvelt.
Un brain trust (un trust de cerebros) se dio a la tarea de estudiar las reformas necesarias para remediar los problemas que había traído consigo el incontrolado liberalismo económico impulsado por los republicanos, y propuso la puesta en marcha de un programa de economía mixta, consistente en respetar las leyes del mercado pero con la intervención del Estado para evitar la especulación.
La política económica del New Deal consistió en:
• Devaluar el dólar
• Controlar las actividades de los bancos, las bolsas y las aseguradoras
• Subsidiar a los agricultores
• Tratar de alcanzar el pleno empleo
• Darle garantías a los empresarios sobre sus inversiones
• Defender los derechos de los trabajadores.

A las masas, el Estado Benefactor (Welfare State) les era favorable. Esto hizo que Roosevelt fuera reelegido como presidente de los Estados Unidos de América en los dos siguientes períodos (1936 y 1940). Pero la política social de protección de los trabajadores por el Estado tenía altos costos, y como éstos eran cubiertos con impuestos establecidos de acuerdo con los ingresos y el patrimonio, el mundo de los negocios manifestó su inconformidad hacia el gobierno.
El New Deal no pudo reactivar la inversión privada. La depresión continuó y se complicó con el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Efectos de la crisis en América Latina
A fines del silo XIX, en los países latinoamericanos se habían establecido proyectos de modernización consistentes en impulsar la industrialización y la democratización de las estructuras políticas. Sin embargo, éstos se habían visto obstaculizados por numerosos conflictos internos: falta de inversiones, atraso en los métodos de producción agrícola, monocultivo, carencia de mano de obra especializada, analfabetismo y una enorme desigualdad social. A pesar de ello, se habían conseguido algunos avances, como el tendido de redes ferroviarias, la construcción de carreteras y puertos , la instalación de industrias y, en algunos casos, la transformación de latifundios en pequeñas propiedades agrícolas.
A principios del siglo XX, las inversiones británicas, que habían sido decisivas en el primer impulso industrial, comenzaron a retroceder frente al aumento de las inversiones norteamericanas.
La entrada masiva de capitales norteamericanos, la presencia militar de Estados Unidos de América –sobre todo en Centroamérica y el Caribe- y su injerencia en la política latinoamericana habían generado reacciones antiimperialistas y nacionalistas. Algunos sectores de la población habían recogido las ideas del marxismo-leninismo y habían visto en la revolución soviética la única alternativa para aliviar la injusticia social. La esperanza en la transformación socialista intensificó la propaganda a favor del modelo de la URSS y contra el capitalismo y el imperialismo yankee.
Excepto algunos grupos que tenían ligas comerciales con las grandes compañías extranjeras, tampoco la burguesía latinoamericana veía con buenos ojos la intervención norteamericana. Tradicionalmente las elites en América Latina eran privilegiadas y favorecidas por sus gobiernos para cerrar sus mercados a la competencia internacional y proteger así los mercados nacionales.
La crisis de 1929 afectó a todos los países de América Latina, pues su economía de monocultivo o monoproducción dependía de la exportación de una o dos mercancías básicas: Argentina de la carne y los granos, Brasil del café, Chile del salitre y el cobre y Bolivia del estaño. La reducción de las ventas trajo consigo la caída vertiginosa de los precios, la quiebra de terratenientes, banqueros, industriales y comerciantes, la reducción de salarios, el desempleo y la eclosión de movimientos sociales: huelgas de trabajadores, manifestaciones estudiantiles y rebeliones campesinas.
A todo ello hay que añadir la característica tendencia latinoamericana al consumo y su incapacidad de ahorro; su fascinación por adquirir artículos de lujo o seudolujo extranjeros y su renuencia a invertir para mejorar y aumentar la producción.
La URSS trató de influir, a través de la Tercera Internacional Comunista y de la formación de partidos comunistas locales de corte estalinista, en los destinos americanos, pero tuvo poco éxito. Sin embargo, en casi todos los países latinoamericanos la simpática por la revolución social promovió un giro hacia el establecimiento de dictaduras –muchas de ellas de corte militar- que reprimieron a los rebeldes y engrosaron las burocracias.
En muchos casos, estas dictaduras contaron con el apoyo del gobierno norteamericano que no podía poner en riesgo su seguridad con la existencia de revueltas o acciones anárquicas en el continente americano.
El sesgo hacia la implantación de dictaduras no fue una particularidad americana; esta tendencia se estaba adoptando en otras regiones del planeta y chocaba con los movimientos populares. La desconfianza hacia el sistema capitalista y la inoperancia de la democracia liberal generó la radicalización de las posiciones políticas en dos: ¿fascismo o comunismo?

PREGUNTAS DE COMPRENSIÓN
1. ¿Qué fue la Gran Depresión de 1929?
2. ¿Qué país surgió como la primera potencia después de la Primera Guerra Mundial? ¿A qué potencia desplazó?
3. ¿Qué fue el llamado Jueves Negro?
4. ¿Cuánto duró la Gran Depresión?
5. ¿En qué consistió el New Deal y quién lo propuso?
6. ¿Cuáles fueron los efectos de la Gran Depresión en América Latina?
7. ¿Por qué Estados Unidos apoyó a las dictaduras latinoamericanas?

El surgimiento de la Unión Soviética

EL SURGIMIENTO DE LA UNIÓN SOVIÉTICA

En diciembre de 1922, en el X Congreso Panruso de los Soviets, se fundó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que agrupó a la república Rusa, las repúblicas de Transcaucasia (Georgia, Armenia y Azerbaiyán), Ucrania y Bielorrusia. A éstas se unieron más tarde Uzbekistán, Turkmenistán y Tayikistán. Pocos meses después se aprobó la Constitución de la URSS. En ella, a cada república se le concedió la autonomía política interna, así como la libre determinación de sus sistemas judicial, educativo y sanitario y el uso de su propia lengua; la Unión se reservó la política exterior y la planificación de la economía.
En la Constitución, los poderes no se separaron. Se estableció que el órgano supremo del Estado sería el Soviet Supremo con funciones legislativas, formado por delegados de los soviets de cada una de las Repúblicas. El Soviet Supremo elegiría al Presidium o comité ejecutivo que dirigiría un presidente, quien tendría las funciones de jefe de Estado.
El partido Comunista sería el único partido permitido y controlaría el poder del Estado. De este modo, los cargos de Secretario General del PC y de jefe de Estado recaían en una misma persona.

La nueva política económica
Con el fin de enfrentar los problemas económicos ocasionados por la guerra civil –desencadenada tras la Revolución Rusa de octubre de 1917-, el gobierno bolchevique impuso el comunismo de guerra. El estado tomó en sus manos la dirección de la economía, introdujo la planificación y nacionalizó las industrias.
Lenin había puesto a León Trotski al frente del Ejército Rojo, integrado por algunos oficiales ex zaristas, pero, sobre todo, por voluntarios no bien armados ni disciplinados. En el ejército, los cursos de entrenamiento militar se combinaron con los de alfabetización e higiene pública. Se les enseñó a los soldados que el saqueo, los pogromos antisemitas y las violaciones no iban a ser aceptadas.
En noviembre de 1920, el Ejército Rojo derrotó a los contrarrevolucionarios soviéticos, a la intervención extranjera (británicos, franceses, norteamericanos y japoneses) y a los ucranianos que pretendían separarse de la República Socialista. De ahí en adelante quedó claro que toda rebelión contra el régimen sería suprimida.
La huída de dos millones de personas –entre las cuales se encontraban la nobleza, una parte de la burguesía, de los científicos, artistas e intelectuales – se resintió. La república socialista no pudo integrar cuadros profesionales ni disponer de capitales para la inversión. A pesar de su impreparación, se tuvo que acudir a los obreros industriales –base del Partido Bolchevique – y convertirlos en funcionarios del gobierno.
El desarrollo industrial alcanzado durante la época zarista sufrió un considerable retroceso.
En 1921, Lenin dio a conocer la Nueva Política Económica (NEP) cuya intención fundamental fue el restablecimiento de los intercambios comerciales y el paso del comunismo de guerra al capitalismo de Estado.
La NEP volvió a permitir el comercio al menudeo y restableció la economía monetaria. Se instituyó un nuevo sistema estatal bancario, en el cual el rublo fue la moneda usada para las transacciones comerciales. Las pequeñas fábricas y comercios fueron desnacionalizados, se aceptó la injerencia de la iniciativa privada en el comercio y la vivienda, y se dejó a los campesinos vender sus excedentes de producción libremente.
Por otra parte, la NEP promovió la mecanización de la agricultura e impuso grandes proyectos industriales con la incorporación de inversiones y tecnología europea y norteamericana. Sin embargo, para garantizar la pervivencia del socialismo, el Estado se quedó con el control de la banca, el comercio exterior, el ejército y bienes estratégicos, como recursos naturales, transportes, comunicaciones y grandes plantas industriales.
Con la NEP la economía rusa empezó su recuperación, pero Lenin murió en 1924 y fue difícil encontrar un sucesor.

El estalinismo
Después de la muerte de Lenin, la URSS atravesó cuatro años de inestabilidad política, durante los cuales Iosiv Stanlín fue liquidando a sus enemigos con la intención de quedarse con el poder. En 1925, logró que uno de sus mayores rivales, Trotski, fuera destituido como Comisario de guerra. Finalmente, en 1928, se hizo Jefe de Estado.
En 1929, Stalin concentró en su cargo todo el poder del Estado e instauró una dictadura personal en nombre del Comité Central del Partido Comunista. Formuló sus ideas y proyectos como una nueva religión. Impuso la censura, la disciplina y la vigilancia policiaca y le pidió a los soviéticos que se sacrificaran por el bien de las generaciones futuras y el engrandecimiento de su nación. Cultivó una fe ciega de sus seguidores en la idea de que la revolución socialista traería consigo un mundo de justicia, igualdad y perfección; además, promovió el culto a su persona.
Toda la información que llegaba a Europa sobre el descontento, el hambre y los movimientos de resistencia en la URSS, el estalinismo la consideró una calumnia y un acto de sabotaje en su contra. Por tanto, persiguió a todos los que difundían críticas al sistema.
A Siberia fueron a dar los inconformes, incluidos los campesinos que se negaban a la colectivización de sus tierras en cooperativas o granjas estatales. Los millones de personas recluidas en los gulags fueron obligados por el estalinismo a realizar trabajos forzosos.
El Estado soviético se fue haciendo de un gran aparato burocrático para la administración y el control. A cambio del sacrificio, las masas recibieron un mínimo social: trabajo, ropa, vivienda, pensiones, atención médica y educación.
Por otro lado, se permitió la inclusión de las mujeres en la vida profesional y la participación de las más de cien nacionalidades no rusas en la economía nacional. De éstas, el gobierno procuró conservar sus lenguas y folclore y cuidó de que no se suscitaran conflictos interétnicos.
En la década de los treinta, el estalinismo llevó a cabo grandes purgas sangrientas contra su mismo partido y sobre todo contra su dirección, la cual había manifestado no estar dispuesta a aceptar la brutalidad excesiva.
Para Stalin el terror no tenía límites. Entre 1924 y 1939, cuatro o cinco millones de miembros del partido y funcionarios del gobierno fueron arrestados por motivos políticos y 400 o 500 mil ejecutados sin juicio previo –entre ellos, antiguos revolucionarios y colaboradores de Stalin-. No se sabe cuántos opositores al régimen fueron exterminados, quizá entre 10 y 20 millones.

Colectivización e industrialización.
En 1931, Stalin decidió abandonar la NEP e impulsar un programa de planes quinquenales para industrializar y colectivizar la agricultura y para elevar los índices de educación. Todo ello según la planificación y centralización del Estado.
En el primer plan quinquenal, la población soviética trabajó durante cinco años en las distintas ramas de la educación y la economía. Esto generó el crecimiento de la producción de materias primas (acero, carbón, petróleo, energía eléctrica), la ampliación de la red ferroviaria, las carreteras y la construcción de nuevas fábricas.
Stalin impuso la colectivización de la agricultura. Ésta constituyó una gran revolución en el campo. Desaparecieron los kulaks –que, como se recordará, eran pequeñas propiedades privadas- y se crearon los koljoses y los sovjoses.
Los koljoses eran cooperativas dueñas de la producción pero no de las tierras. Los sovjoses eran granjas socializadas cuya tierra, maquinaria y producción pertenecían al Estado. Los sovjoses se fueron extendiendo. Para 941, casi todas las familias campesinas estaban establecidas en granjas colectivas administradas por la burocracia gubernamental.
Ni la Revolución de Octubre ni el estalinismo cumplieron el deseo marxista de desaparecer la división de la sociedad en clases. Durante el régimen comunista se mantuvo una fuerte desigualdad. Los funcionarios y altos profesionistas (matemáticos, ingenieros, químicos, biólogos, etc.) recibieron privilegios y salarios más elevados. A éstos le seguían los administradores, la burocracia menor y técnicos medios; después, seguían los obreros y campesinos, entre quienes también había niveles de acuerdo con su preparación, entrega y servicio al Partido comunista.
La industrialización se llevó a cabo a costa del campesinado. El riguroso sistema empleado por Stalin tenía como meta aumentar constantemente la producción de los bienes. Por ello impulsó el movimiento estajanovista. Éste tomó como ejemplo la heroica acción del minero Stajanov, de quien se dijo había extraído 102 toneladas de carbón en una jornada de trabajo; 14 veces más de los normal. El estajanovismo consistió en disciplinar a los obreros y obreras y llevar el racionalismo técnico hasta sus últimas consecuencias.
A pesar de los altos rendimientos obtenidos, en los procesos industriales no se cuidó suficientemente la calidad ni se introdujeron innovaciones. A la larga, esto sería un desastre, pues la URSS no podría competir en el mercado mundial.
Pese a las fallas, en la década de los treinta, cuando la mayor parte del planeta padecía la Gran Depresión, cuando la producción industrial y el consumo se detenían y aumentaba el desempleo en el mundo, la Unión Soviética vivía el auge económico. Entre 1929 y 1940, la producción industrial se multiplicó tres veces y la URSS se colocó como la tercera potencia mundial, después de Estados Unidos de América y Alemania.

PREGUNTAS DE COMPRENSIÓN
1.¿Dónde y cuando se fundo la U.R.S.S.?
2.¿Quiénes la conformaban?
3.¿En qué consistía, a grandes rasgos, la constitución de la U.R.S.S.?
4.¿Qué era el soviet supremo?
5.¿Cuál era el único partido comunista?
6.¿Cuándo y por qué se impuso el comunismo de guerra?
7.¿Quiénes huyeron de la Unión soviética?
8.¿Quién propuso la Nueva Política económica? ¿Cuándo? ¿En qué consistía?
9.¿Quién fue sucesor de Lenin?
10.Por lo que viene en el texto sobre Stalin, ¿cuál es tu opinión sobre él?
11.¿Cómo cambió la economía del país Stalin?
12.¿Se logró la igualdad social en los gobiernos de Lenin y Stalin?
13.¿Qué es el movimiento estajanovista?
14.¿Cuándo la U.R.S.S. tuvo un auge económico?

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